miércoles, 26 de abril de 2017

EXFOLIANTE DE AVENA Y ALMENDRAS


Exfoliar la piel es uno de los pasos imprescindibles para mantener la piel limpia, libre de impurezas y muy suave. Además activa la circulación sanguínea y al retirar las células muertas e impurezas que se encuentran habitualmente en la superficie de la piel, ayudamos a regenerar las células nuevas. Se fortalece la piel y logramos darle mayor elasticidad. Por lo tanto ayuda a rejuvenecer la piel, afinar las líneas, cicatrices y manchas. 

La avena es un ingrediente muy útil a la hora de preparar un exfoliante casero, ya que ayuda a desprender suavemente las células muertas y contribuye a la renovación de los tejidos.

Contribuye a eliminar las impurezas que se acumulan en los poros, como espinillas, comedones (puntos negros), granitos, etc., limpiando en profundidad y ayudando en el tratamiento de pieles grasas y con acné.

Gracias a su contenido en vitamina E, aporta propiedades antioxidantes, combate los efectos de los radicales libres y contribuye en retardar y disminuir los signos del envejecimiento prematuro.

Los diferentes nutrientes que contiene ayudan a mantener el pH de la piel y mejora los niveles de la emulsión epicutánea, protegiendo el tejido de las agresiones externas.

1 cucharada  de avena
1/2  cucharada de almendras molidas
1/2  vaso de agua (destilada, hervida o mineral sin gas)
1 bol de vidrio

Moler los copos de avena hasta obtener un polvo fino que tendrá la textura de harina. Esto se puede hacer con un procesador de alimentos. Poner la harina de avena y  las almendras en el bol de vidrio. 

Añadir agua hasta conseguir una textura consistente. Aplicar en la zona que se desee exfoliar. Retirar con agua tibia.

La avena exfolia y suaviza la piel; las almendras aportan vitamina E y antioxidantes que contribuyen a prevenir el envejecimiento de células y tejidos.

Las almendras potencian las propiedades de la avena, ya que aportan otros importantes beneficios para el cuidado de la piel.

ALMENDRAS

Mejoran la textura de la piel dejándola humectada, hidratada y suave. Es recomendable en pieles resecas, escamosas, ásperas  y maltratadas.

Lubrica y protege la piel.  

Tiene cualidades antiinflamatorias y suavizantes, por lo que ayuda a calmar la irritación y a mejorar las pieles sensibles. 

Es uno de los frutos secos con mayor aporte de vitamina E, convirtiéndola en un potente antioxidante, protege la piel de los efectos dañinos de los radicales libres, contribuyendo a prevenir y disminuir el envejecimiento de las células y tejidos. Al proteger la piel contra los efectos de los radicales libres, se produce un efecto anti edad, ya que también protege la elastina y el colágeno que al deteriorarse dañan el aspecto de la piel.

Debido a que estimula la producción de colágeno y elastina proporciona elasticidad y firmeza a los tejidos, mejorando también las estrías y previniendo la aparición de las mismas.

Rejuvenece la piel y reduce  los daños por la exposición solar.

Es un importante agente nutritivo, de alta afinidad con la piel, que contribuye a darle flexibilidad natural al tejido cutáneo.

El exfoliante indicado en la parte superior es una preparación natural, en ningún caso intenta reemplazar un tratamiento médico o dermatológico.

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