Cuando exfoliamos la piel activamos
la circulación, otorgamos más suavidad a los tejidos, ya que retiramos las células muertas e
impurezas que se encuentran de forma habitual en la superficie de la piel
y ayudamos a la regeneración de células nuevas.
También ayuda a rejuvenecer la piel, afinar y disminuir las líneas, cicatrices y manchas.
EXFOLIANTE DE AZÚCAR, YOGURT Y ACEITE DE OLIVA
1 Taza de azúcar blanca o rubia
3 cucharadas de aceite de oliva
4 cucharadas de yogurt natural
1 bol de vidrio
Agregar los ingredientes en un bol y mezclarlos hasta
tener una pasta homogénea.
Aplicar antes de la ducha con masajes circulares
suaves en todo el cuerpo, poniendo
énfasis en las partes más resecas, como codos, rodillas y talones.
Masajear por unos 3 a 5 minutos y luego retirar con agua tibia.
Este preparado es de uso externo y aunque es un exfoliante elaborado con productos naturales no significa que no esté sujeto a provocar reacciones alérgicas.
Usar exfoliantes es muy ventajoso para el cuidado de la piel, principalmente en aquellas zonas del cuerpo que se encuentran expuestas a la contaminación del ambiente. Por esta razón no sólo es importante exfoliar el rostro, sino también los brazos, las piernas y el cuerpo en general.
El uso del azúcar en cosmética se debe principalmente a su contenido en ácido glicólico, un alfahidroxiácido (AHA) que se encuentra de forma natural en la caña de azúcar. Este ácido exfolia la piel a nivel químico, además de por fricción.
Este ácido es el más utilizado para realizar exfoliaciones, gracias a su alta acidez y a que es muy soluble, además presenta un bajo peso molecular y por tal motivo, es el que atraviesa más fácilmente la piel, permitiendo una exfoliación más suave y profunda.
Tiene la capacidad de disolver los enlaces que existen entre las células muertas, acelerando su eliminación y estimulando la regeneración celular.
El aceite de oliva y el yogurt natural
potencian las propiedades del azúcar, ya que aportan otros importantes
beneficios para el cuidado de la piel.
YOGURT NATURAL
El yogurt natural contiene ácido láctico, el cual ayuda a combatir los radicales libres, previene el envejecimiento prematuro, disminuye y retrasa la aparición de líneas y arrugas y desvanece las manchas.
Facilita la eliminación de las células muertas, mejorando el aspecto de la piel, otorgándole una apariencia más saludable.
Debido a la acidez del yogurt y a sus propiedades antibacterianas, ayuda en el tratamiento de las pieles grasas, ya que actúa directamente en la destrucción de las bacterias que causan el acné y permite eliminar la grasa superficial de la piel.
Por su contenido en zinc, calma las irritaciones permitiendo unificar y mejorar el tono de la piel.
Hidrata de forma natural, por lo que también es recomendable en pieles secas y sensibles.
ACEITE DE OLIVA
El aceite de oliva potencia la hidratación de la piel y ayuda a combatir la resequedad.
Su contenido en vitamina K le otorga propiedades
para disminuir la apariencia de líneas, arrugas, marcas y cicatrices, ya que tiene
la capacidad de reparar los tejidos dañados de la piel.
Esta vitamina también es útil para disminuir la apariencia de las "arañitas vasculares" (telangectasias) de la piel y ayuda a disminuir la hinchazón.
Por sus propiedades oleosas sirve como desmaquillador natural.
Contiene ácidos grasos naturales y antioxidantes como la vitamina E, que ayudan a disminuir y prevenir los efectos del envejecimiento prematuro
Ayuda a mantener la elasticidad de la piel, aportando firmeza a los tejidos.
El exfoliante indicado en la parte superior es una preparación natural, en ningún caso intenta reemplazar un tratamiento médico o dermatológico.
Los exfoliantes no se deben aplicar en el área de los ojos y labios, ya que esta zona de la piel es muy delgada y sensible.
No aplicar exfoliantes si tiene la piel irritada.
No es conveniente exponerse al sol inmediatamente después de realizar una exfoliación.
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