La sal común es una sustancia blanca, cristalina, muy soluble en el agua, que abunda en la naturaleza en forma de grandes masas sólidas o disuelta en el agua del mar y generalmente se presenta en polvo de cristales pequeños.
Existen muchos tipos de sal que se pueden clasificar según su procedencia, siendo las más conocidas la sal de mar, la sal de roca y la sal vegetal.
La sal de mar, es la sal procedente de la evaporación del agua de mar o manantiales; la sal gema o sal de roca, es una roca mineral llamada halita, que se forma a partir de la evaporación de agua salada, en depósitos sedimentarios y domos salinos. Esta roca sufre un proceso de pulverización para después ser presentada como sal. Finalmente está la sal vegetal, que se consigue a partir de plantas, principalmente de algunas gramíneas y se obtiene por concentración al hervirlas.
En ciertas culturas asiáticas la sal no sólo se
usa como condimento, también se suele emplear
en rituales de purificación.
En cosmética su uso como exfoliante es muy
utilizado, ya
que reemplaza los exfoliantes
comerciales, que en algunos casos contienen químicos demasiado agresivos.
Ayuda
a eliminar
las células muertas y otras impurezas que se van acumulando como resultado de
la contaminación ambiental.
Los exfoliantes con sal se tienen que usar con precaución, porque a la vez que exfolia en profundidad tiende a
eliminar la humedad presente en las distintas células del cutis, resecándola en
muchas ocasiones en exceso.
La sal de mar conserva sus minerales naturales, que tienen un efecto neutralizante de los ácidos en el cuerpo, por este motivo suele emplearse
disuelta para realizar baños relajantes.
El uso de este ingrediente durante el baño es ideal para
desinflamar y relajar todo el cuerpo. Alivia los músculos cansados, el dolor en las articulaciones, ayuda a eliminar las molestias de la artritis y otros tipos de dolor articular o muscular.
Del mismo modo se suele emplear para hacer
baños de pies caseros.
Además ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y restablecer el equilibrio
de los minerales.
EXFOLIANTE DE SAL Y ACEITE
1/2
taza de sal gruesa
2 cucharadas de aceite
de oliva
1 cucharada de aceite de
germen de trigo
1 bol de vidrio
Poner
la sal en el
bol y agregar los aceites hasta cubrir toda la sal. Mezclar hasta que se forme
una pasta. Aplicar el exfoliante antes de la ducha y masajear con movimientos
circulares.
La sal es un producto natural mucho más abrasivo,
por lo que como exfoliante actúa de forma más directa e intensa. Ayuda a
absorber el exceso de sebo. El aceite de oliva y el aceite de germen de trigo
le otorgan hidratación y suavidad a la piel, lo que equilibra este exfoliante.
Los aceites de oliva y germen de trigo aportan otros grandes beneficios a la piel.
ACEITE DE OLIVA
El aceite de oliva es uno de los hidratantes naturales más efectivos que
existen. Potencian la hidratación y
ayudan a combatir la resequedad.
La presencia de
vitamina K en este aceite le otorga propiedades para disminuir la apariencia de
las estrías, marcas y cicatrices, ya que tiene la capacidad de reparar los
tejidos dañados de la piel.
Por sus propiedades
oleosas sirve como desmaquillador natural.
Por su aporte en
ácidos grasos naturales y antioxidantes como la vitamina E, ayuda a disminuir y
prevenir los efectos del envejecimiento prematuro.
Ayuda a mantener la
elasticidad de la piel, aportando firmeza a los tejidos.
Por su contenido en
vitamina K es útil para disminuir la apariencia de las “arañitas vasculares”
(telangectasias) de la piel
También por su aporte
de vitamina K, se puede usar para acelerar la cicatrización de la piel y
disminuir la hinchazón y moretones después de una cirugía. Además ayuda a
hidratar los tejidos favoreciendo su recuperación.
ACEITE DE GERMEN DE TRIGO
Por sus propiedades
oleosas sirve como desmaquillador natural.
El aceite de germen de trigo es muy hidratante.
Gracias a su contenido en vitamina E le aporta propiedades antioxidantes,
ayuda a combatir los radicales libres disminuyendo los signos del
envejecimiento prematuro.
Tiene grandes propiedades regeneradoras de la piel, ayudando a tratar
cicatrices y marcas originadas por el acné.
Por su contenido en hierro ayuda a tonificar la piel.
El exfoliante
indicado en la parte superior es una preparación natural, en ningún caso
intenta reemplazar un tratamiento médico o dermatológico.
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